miércoles, 12 de enero de 2011


palabras frías, ese día la tumba se abría y mis miedos mas profundos se escondían.
el subconsciente te traiciono me dijiste, pero no te creía. Era la verdad contra la mente
y si podías ver más allá era porque la niebla entraba en tus ojos, esos seres vivos eran lo mas raro que podía imaginarse cualquier persona. Mis piernas por inercia empezaron a moverse hacia una dirección que creí incorrecta, hasta ESE momento. Si hablo de ESE momento en que caí y vi la lapida escrita, era tu nombre pero tenia mi apellido. Que raro no? tuve que llamarte solo para contártelo, o tal vez para ocultar mi sentimiento de "extrañarte" y escuchar tu voz al menos. Dijiste que era casualidad, aunque no te notaba tan segura. Me quede pensando toda la noche, y justo llovía, era ideal para volver a esa lapida, sacarla de ahí y colgarla en mi cuarto. Cuando llegue con agua en los zapatos y en mis bolsillos, la lapida no estaba. La casualidad de ese día era interminable, volviendo pase por tu casa, antes de golpear la puerta me pregunte si estabas dormida, en ese mismo momento la luz de un relámpago me sorprendió y el ruido fue más fuerte de lo normal, yo creo que eso significaba un SI del más allá. Golpee la puerta y me dejaste pasa, me ofreciste un té pero prefería un café, de todos modos te dije que si y empezamos a charlar, se hacían las 5 de la mañana y la lluvia estaba terminando. Tú mente decía "quédate a dormir" pero tu rostro de nervios decía que me vaya. Ni lo pensamos, fuimos a tu cuarto y al entrar me quede hipnotizado, la lapida la tenias vos y estaba colgada en tu pared. No era tanta casualidad entonces si me lo pongo a pensar...

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