jueves, 21 de junio de 2012

Entonces para evitar este daño físico que le estaban causando, empezó a imaginarse que era un soldado vuelto de la guerra, donde su esposa Amelia y sus dos hijos Ariel y Antonio complotaban contra su adicción al tabaco y el alcohol. Cada tanto le gustaba ser una enfermera, cuyo trabajo era cuidar de personas con enfermedades terminales o algún niño de 12 años que le gustaba dibujar aviones. Era tal las ganas de ser otra persona en ese momento, que podía ser un héroe o un asesino, según el optimismo con el que despertaba. Pero no, ella no era nada de eso. Solo usaba estos personajes para evadir sus abusos y violencias. Trastorno de multiple personalidad

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