Una oración dice, y la otra responde "nunca volveré", con tanta desilusión, subí al primer transporte para viajar hacia la escalera más lejana, allí me guiarían un enjambre de abejas africanas, donde me llevarían al sur-norte del planeta. Me alejo de las emociones fuertes, para controlar mi ira contra el mal. Mi psicólogo dijo que no era bueno evitar dolor, pero hace rato que deje de hacer lo que me decía que haga, desde que vi que sus palabras estaban muertas, que no creía sus propias soluciones, desde que me entere que le sucedió lo mismo que a mi. Los medicamentos no surgen ningún efecto. Mis ultimas palabras fueron "te esperare" y respondió "nunca volveré"