Ella bailó detrás de una nube de humo, tan triste su momento.
La música y la danza tapaban la herida, pero no  las lagrimas.

Y salió, con mucho sentimiento, mucho dolor
recordando paso por paso, completando su giro.
su futuro desconocido, completando un paso más

Transformando su caparazón más grueso
para que ninguna persona la vuelva a lastimar.

Ella bailó dejándose llevar, sin dejar que, las piedras del camino, la distraigan.
Ese día las piedras eran diminutas, no molestaban al ser pisadas.
Por aproximadamente cinco minutos era libre.
El tema termino, el ritmo termino, el mundo volvió
y seguía igual de triste, era hora de volver al mundo real.
Una lagrima se deslizo  por una mejilla, sin poder encontrar a la otra
y cayó sola, al piso, con mucho dolor.