Mil vagones pasaron por este cuerpo,
y esta guitarra ya no puede más.
Canto cada mañana hasta que baja el sol,
Gasto mis zapatos, y tiempo en crear temas.
Pero su ayuda es única, recolecta las monedas
y su sonrisa recoge aplausos.
Pero no es solo eso, si no en la forma que camina a mi lado
la que me quita el sueño de noche.
Y mientras ella esté, puedo crear canciones con acordes
infinitos.
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