domingo, 10 de noviembre de 2013

Mi tío Nico

Me acuerdo el día de su funeral, y mi padre recordándolo con una sonrisa y diciendo "Nunca estuvo depresivo, nunca triste, Él siempre riéndose, tomándose la vida como un chiste hasta el final". No me había dado cuenta hasta ese momento y haciendo memoria me dí cuenta que siempre se me venia a la mente risas, gritos, chistes, de esas personas que cuando faltan se siente un gran silencio. En algunos momentos se ponía serio, muy pocos, esos eran mis momentos favoritos. 
 Aún recuerdo su voz, su risa, sus chistes, y su forma de tocar la batería que era increíble. Es de esas almas que no se irán nunca.
 

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