domingo, 26 de enero de 2014

Mi "yo" del pasado ya esta muriendo

Era un chico tímido, reservado y cada dolor que me causaba este mundo me lo guardaba.
Lloraba solo en mi cama, debajo de la almohada, o mientras me bañaba, así las gotas de agua se camuflaban entre mis lagrimas.
No confiaba ni en mi sombra, pero tenia un mundo interior lleno de colores y diversiones.
La mayoría de mis compañeros de colegio me molestaban frente de todos y yo, solo, bajaba la mirada.
Incluso uno me tiró al piso, una vez, y me pisó con su zapato en mi cabeza, humillandome frente a todos mis compañeros.
Jamás pude hablarle a la chica que me gustaba en la escuela, no me veía, no sabia que existía. El amor de un niño es tan inocente y puro.
 Al guardarme el dolor, tanto tiempo, mi cuerpo empezó a sacarlo de alguna forma. Me agarraba un fuerte dolor en el pecho, y no podía llenar mis pulmones de aire. La desesperación de no poder respirar me llevo al medico a mitad de madrugada, donde vieron que no tenia nada, y era solo una mala pasada de mi mente.
 Cada cosa que me lastimaba el alma se acumulaba dentro mio, hasta llegar un momento que tanto dolor tenia que ser expulsado de alguna forma.
 Ese fue el momento de decir "basta", de cambiar. Tenia tan solo catorce años y me propuse cambiar día a día. Entonces trate descubrirme, buscar donde  podía ser yo, encontrar mi lugar.
Hice basket dos años, y aprendí mil cosas, no del deporte, si no a desenvolverme frente a un grupo de personas que no sabían nada de mi, empezar de cero en un lugar nuevo puede salvarte la existencia.
 Pero, sin duda, lo que me salvó fue la música. Cada canción que escuchaba y sus letras era lo que yo quería decir y no podía. La música sana heridas y te hace más fuerte. Y tocar un instrumento me salvó la vida. Descubrí que tenia facilidad para mantener un ritmo de batería y me fui de lleno a eso. Todo lo que vino después fueron cambios maravillosos en mi vida. Se me veía distinto, más seguro, más conforme de quien era, siempre paso a paso. Al tiempo le confié a mi gran amigo, y compañero de ruta un secreto, y se fueron acumulando más y más secretos.
 Había veces que me guardaba algunas cosas, pero sabia como sacar las cosas dentro mio, empece a escribir, mínimo tres veces al día escribía algo.
Cada vez que uno se propone un cambio real, siempre tiene que ser gradual, y hoy con veintiséis años de edad puedo decir que sigo cambiando para dejar de ser ese pequeño tímido, alejarlo de mi. Hay días en que todo es muy sencillo y hay veces que se complica. Pero, hoy por hoy trato de ser una buena persona, y no hay nada más lindo que cruzarte en la vida con personas que te inspiran a que sigas siéndolo. Miro y aprendo, así empece a tocar la batería, así empece el cambio, en eso me baso para vivir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario