domingo, 30 de noviembre de 2014

Nadie se juega por nadie

Pasaron los días
Y ella no volvió
Ya no esperaba nada de ella
Ya no miraba el buzón,
Ni corría cuando el timbre sonaba,
Mucho menos cuando el teléfono temblaba

Sabia que no volvería a aparecer
Por miedo a que le diga la verdad

Deje de ser buena persona,
La paciencia había terminado
El mundo terminó
Y por un error seguía vivo.
Ni mis libros, ni mis canciones,
Ni mis buenas obras, ni mis secretos,
Ni mis buenas intenciones, ni mi cariño
Hicieron que vuelva y me pida disculpas

Me hace pensar que tal vez no las merezco
Solo era un viento frío que le raspaba la cara.
Me hace pensar que debo comer esas migajas, conformarme, seguir.

Uno da toda su voluntad
Y no recibe nada jugado del otro

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